Como ya dije en mi anterior escrito “crónica de una muerte anunciada”, las cosas han llegado a una situación tal que solo me quedan dos caminos, en realidad son tres tal y como me dijo el director de la sucursal del banco donde tengo la hipoteca.
Uno de ellos es dejar de pagar la hipoteca, en cuyo caso el banco ejecutaría la hipoteca y entre gastos de abogados y procuradores me quedaría arruinada para toda la vida (que novedad, ¿acaso no lo estoy ya ahora?.
Otra de las opciones es que el banco se quede con la casa y que yo me quede de alquilada en la misma, (tampoco es que sea la mejor solución, ya que seria salir de la sarten para caer en las brasas) así estaría pagando un dinero y la casa nunca seria miá.
La ultima opción es que el banco por su parte haga una rebaja en la cantidad de dinero que tengo que pagar mensualmente de la hipoteca (no es una gran solución ya que seria “pan para hoy y hambre para mañana) pero bueno dentro de lo malo es la mejor solución.
De momento es la opción que hemos elegido, el director de la sucursal ha solicitado en mi nombre al banco que me hagan ea rebaja, así que de momento “la pelota está en su tejado” son ellos los que tienen que decidir si es si o es no, pero como última opción queda la di yo en mi escrito anterior, antes de verme durmiendo en la calle me encierro en casa con una garrafa de gasolina y ya veremos que es lo que queda de mi y de la casa y si encima añado cuatro bombonas de butano.....
Espero que se arreglen las cosas antes de verme obligada a esa solución tan drástica, antes prefiero la muerte que estar viviendo en la calle.