09 marzo 2007

Otra vez mas en el quirofano.


Una vez mas que paso por el quirófano, esta vez ha sido para hacerme una mamoplastia de aumento de pecho.

Aunque la operación en si no entraña grandes riesgos, dado mi sobrepeso el anestesista me lo puso todo negro, me empezó a decir los riesgos que corría y de hecho si hubiera sido una persona temerosa quizás me habría echado atrás y no me habría operado.

También hay que decir que no soy una loca ni una suicida y si yo habría visto que no tenia posibilidades de salir bien de la operación yo habría sido la primera en negarme a someterme a dicha intervención. A pesar de que el anestesista era bastante pesimista yo me veía optimista viendo que el equipo que iba a intervenirme era de lo mas profesional y con una amplia experiencia en cualquier situación que se me diera.

Lo importante es que todas esas nubes negras que se cernían sobre mi como una espada de Damocles han desaparecido y después de varios días de haberme operado me encuentro de maravilla, súper feliz y con ánimos de enfrentarme a cualquier cosa que me surja.

Ahora viene la parte mas difícil del pacto que hicimos el cirujano que me opero y yo. El cirujano al operarme cumplió su parte, pero me queda por cumplir la mía, me dijo que me operaba con la condición sine quanum que tenia que ponerme a adelgazar después de recuperarme de la operación, reconozco que va a ser difícil pero creo que no va a ser imposible y mas teniendo en cuenta el ultimátum que me dieron en Málaga, me dijeron que si no perdía bastante peso en dos años, que no me iban a poder hacer la ultima operación que tengo pendiente, ósea que no me queda otro remedio que ponerme las pilas y adelgazar.

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