La amistad puede surgir en cualquier etapa de la vida. Los amigos comparten con nosotros determinados intereses y experiencias. Son aliados a los que revelamos cosas que difícilmente revelaríamos a otras personas sabiendo que no la utilizarán en nuestra contra. Existen gran cantidad de sentimientos dentro de una relación de amistad: comprensión, respeto, simpatía, amor, diversión, seguridad, intimidad, honestidad, estimulación, ayuda…
El hacer amigos requiere tiempo, esfuerzo, compromiso, tolerancia…, requisitos que en algunas ocasiones no estamos dispuestos a ofrecer o simplemente no podemos.
Hay cuatro principios básicos de hacer y mantener amigos:
1.Tomar la iniciativa para acercarse a los otros.
2.Mostrar un verdadero interés por la gente.
3.Tratar a los demás con respeto y amabilidad.
4.Valorarse a uno mismo y a los otros como individuos únicos con mucho que ofrecer.
Para cultivar la amistad, hay que aprender a escuchar, aprender a ponerse en la piel del otro, sin querer darle lecciones de forma displicente cuando se equivoca (o pensamos que se equivoca), animándole, aprendiendo de él o de ella todo lo bueno que puede transmitirnos . Hay que estar en lo grande (acontecimientos relevantes para el otro) y en lo pequeño (felicitarle en su cumpleaños, llamarle en determinadas ocasiones).
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